EL PIÑERO: La siesta del berrendo: El sol reinante se emplea con...

La siesta del berrendo: El sol reinante se emplea con fuerza intensa sobre la dehesa a eso de las cuatro de la tarde. La centenaria encina, en un hueco de su tronco alberga el nido de una corneja, en una de las ramas más altas al cobijo del Sol es el águila perdicera la que cría a sus dos polluelos. El berrendo descansa bajo la sombra de la vieja encina, al compás de rumeo suena con lentitud y sosiego el cencerro, dejando constancia de tranquilidad entre los erales y utreros. El veterano cabestro no sabe porque este año no acompaña para embarcar los toros de saca. Esos de bella estampa que dijeron que irían a Pamplona, a correr en el encierro. Allí están en el cercado de abajo, grandes y astifinos, en el lote están tres negros, dos rojos albardaos, y por último el cinqueño, de pelaje asabanado, que dicen que nació negro, y le dibujo el pelo, una noche de invierno, cuando caía la nieve y el frío era intenso.