EL PIÑERO: El final de una primavera lluviosa, dió paso a un verano...

El final de una primavera lluviosa, dió paso a un verano tardío. Cómo de costumbre, problemas para la organización de las fiestas, y desvelos para el señor alcalde. Tres novillos, tres. Fueron los protagonistas, bravos y recogidos de tamaño. Dos negros y uno rojo, del cual, el descabello certero ejecutado por un joven torero vestido con suéter blanco pantalón vaquero y zapatillas de lona quedó plasmado en el objetivo de la cámara del fotógrafo de la fiesta. Fue el año que más maletillas hicieron acto de presencia. El Peque, varios que la acompañaban, como aquel que decían que había sido pastor. Supongo que volvería a serlo, pues no dio ningún muletazo, eso sí salió en casi todas las fotos con la muleta del brazo. Por nombrar alguno más, el Tigre, el Suso, se contaba en aquellos tiempos que el Suso, era novillero y por tirarse de espontáneo a un toro del cordobés, le sancionaron con la retirada del carnet de torero, y por ello andaba por estos lares.