Está siendo muy habitual que escuchemos de los políticos de primera línea el insulto y la mentira, y pierdan la compostura. Si nos detenemos en algunos concursos de la tele veremos que tienen éxito los concursantes que más irrespetuosos son, más golfean debajo del nosequé y demás cosas de baja catadura. Algunos deportistas de élite desprecian al adversario y fomentan el odio a sus rivales. En estos días se ha demostrado que si hay personas del deporte con gran generosidad respeto del rival y gallardía en el comportamiento. Me refiero al corredor que pudiendo haber ganado la carrera, por un equivoco del rival, entendía que el honor era del adversario y con elegancia le dejo pasar primero en la meta. Esa gran gesta dignifica a la persona. Bien por ti, corredor español. Acciones como esa te engrandecen. ¡Eres un campeón!