La muerte no es el final. En estos días de pasión más de uno, se habrá hecho esta reflexión. A los creyentes se lo dan todo pensado y puede parecer bonito. Del otro lado están los demás, que es muy fácil decir, yo no creo. Pero es más difícil vivir sin creer en algo. Algo que te satisfaga de las penurias que se tienen en este mundo. algunos creen en la reencarnación y se buscan un animal que le guste, para suponer que anteriormente fueron. Para después se buscan otro, que generalmente suele ser más bonito que el que fueron antes de venir a este mundo. La muerte no es el final, pues el mundo sigue, implemente cambiamos de estado. Si la muerte me sorprende en una pradera de hierba fresca, que sea una junquera la que crezca allí donde yacieron mis restos. Si es un páramo agreste y yelmo, espero que con las sustancias de mí, que no se llevaron los vientos nazca una encina.