Estos días de San Pedro con la luz crepuscular, son buenos para pasear por las calles que en su día caminaba doña Urraca, y detenernos a contemplar el portillo por dónde salió a uña de caballo, pero sin espuelas el cid. Por mil veces que pase por esos lares, las mil veces volveré la cara a mirar la entrada de la iglesia de Santa María Magdalena. Recuerdo yo... Era a principios de los setenta. Una noche de otoño en el salón del bar, una señorita de la Catedra, nos explicaba diapositivas de los monumentos de Zamora, en una de ellas estaba la artística entrada de la iglesia de la Magdalena, la señorita dijo que esta entrada la desconocía, y si alguien del público nos la quería explicar, podía salir a hacerlo. Una joven estudiante de magisterio, con decisión simpatía salío hacer las veces de profesora. Todos nos llevamos un buen susto cuando la lámpara de aquel proyector explotó, y a consecuencia de aquello, nos quedamos sin las sabias explicaciones de aquella joven, que también se llevó un gran susto. Por ello, siempre miro la entrada de dicha iglesia y recuerdo, como si hubiera pasado ayer, aquellos bonitos tiempos.
Y yo pienso si verdaderamente a alguien le interesaba el rollazo de:
el arco de medio punto, las arquivoltas que ya ligeramente apuntaban la transición al gótico, una entrada sin pantócrator, etc, etc.
Bueno para mí tu post ha sido un soplo de aire fresco lleno de cariño.
Sí, sigo traumatizada por el apagón, lo mismo que cuando le rompí accidentalmente las gafas y el termómetro a doña Alfonsa en la escuela.
Más adelante prescindimos de las diapositivas porque llegaron nuevas tecnologías de imagen y sonido y aquellos proyectores quedaron para el recuerdo.
Por cierto, diez años más tarde apareció por mi colegio de Valdemoro, una de aquellas señoritas de la cátedra que al cambio de régimen, se recicló y hoy vivimos muy cerca, nos jubilamos en el mismo centro y somos grandes amigas.
Gracias, Vientodel, ha sido un placer leerte.
el arco de medio punto, las arquivoltas que ya ligeramente apuntaban la transición al gótico, una entrada sin pantócrator, etc, etc.
Bueno para mí tu post ha sido un soplo de aire fresco lleno de cariño.
Sí, sigo traumatizada por el apagón, lo mismo que cuando le rompí accidentalmente las gafas y el termómetro a doña Alfonsa en la escuela.
Más adelante prescindimos de las diapositivas porque llegaron nuevas tecnologías de imagen y sonido y aquellos proyectores quedaron para el recuerdo.
Por cierto, diez años más tarde apareció por mi colegio de Valdemoro, una de aquellas señoritas de la cátedra que al cambio de régimen, se recicló y hoy vivimos muy cerca, nos jubilamos en el mismo centro y somos grandes amigas.
Gracias, Vientodel, ha sido un placer leerte.
Me alegro qué los comentarios de aquellos tiempos, para mi, muy buenos. Te trajera buenos recuerdos, un saludo Noemí.