Serían las siete de la mañana al lado de las antiguas eras, en la orilla por dónde discurre con lento caminar pero con suave cántico el agua del arroyo Montoya, entre unas junqueras picoteaba un mirlo, estaba siendo observado por una paciente vaca, de pelaje rojo, y buenas formas cárnicas, ave y rumiante, se extrañaron al comenzar a repicar las campanas de la torre de la iglesia, la cigüeña estando en el nido, se lanzó en vuelo hacia las Gadañas, el acompañante del campanero, comenzó a ver el sol rayar por Valdedueñas. En ese momento del repique de campanas, en la imagen de Santa María Magdalena se le dibujo una sonrisa en el rostro y sus hermosos cabellos fueron mecidos por una suave brisa de viento que recorrió nuestro templo. "Feliz día de nuestra patrona Santa María Magdalena, para los que están en el pueblo y para los que quisieran estar"
Qué bonito y qué romántico, Vientodel.
Gracias Noemí, también es muy agradable leerte