Decía Don José Álvarez Juncal. Qué al miedo se le llama miedo, y hay que enfrentarse a él. Cuanto más miedo se le tiene a un lugar o una cosa, más imaginación se tiene para justificarlo. Nunca escribieron la historia aquellas personas que corrieron despavoridas, y en la mayoría de las veces seguro que echaron la culpa a alguien. En el reino animal los que poseen ligereza en las patas, las utilizan para escapar de aquello que consideraron un peligro. Una gacela cuando se asusta de algo, después de correr, mira a su alrededor queriendo saber de que se asusto. La gacela bella, pero asustadiza.
Quizás... fue el miedo lo que salvó a la gacela de su depredador, maneras distintas de analizar un mismo tema.