Cual ingrata es la vida. Piensa el necio que no valora lo que tiene, y ansia lo que otros poseen. Le atenaza la envidia desmedida. No sosiega ni descansa en urdir artimañas. Para hacerse con aquello o desprestigiar, lo que otros ganaron en la vida. Siente rabia, y una prematura agonía, al sentirse pobre y sin suerte en la vida. Pues nunca llegará a saciar su envidia.