Escuchando la canción las campanas de Linares, interpretada por el número uno de ese género Rafael Farina. Me hace sentir miedo al pensar que dormía la muerte en las astas del toro Islero. Esperando el encuentro para hincarse en el cuerpo del monstruo de los toreros. En ese momento comienza la agonía y la leyenda del torero. También la del Toro Islero. Las horas tenían que transcurrir lentas y agónicas, que fuera ganando la batalla en silencio la muerte, que se desprendió jubilosa de las astas del toro Islero. Para decirle a los toreros que ella es paciente y silenciosa sin toques de Clarines ni Timbales. Pero está cómodamente agazapada entre las astas para hacer guardar silencio a los clarines del miedo.