PAISANO:
El sindrome del radicalismo ha penetrado profundamente en el modo de entender la política no sólo de los partidos nacionales. Cabe preguntarse si estamos ante un malformación ideológica inevitable, amargo fruto a largo plazo de malformaciones políticas. En todo caso, conviene preguntarse, si esta situación tiene remedio. Pero lo importante va más allá. Lo importante es el acuerdo politico de fondo entre los dos grandes partidos para evitar el ser arrastrados por la deriva radicalista a la que nos empujan, y tener la oportunidad de una clarificación de estos asuntos que nos evite en los años venideros el triunfo definitivo del radicalismo de todos los partidos
El sindrome del radicalismo ha penetrado profundamente en el modo de entender la política no sólo de los partidos nacionales. Cabe preguntarse si estamos ante un malformación ideológica inevitable, amargo fruto a largo plazo de malformaciones políticas. En todo caso, conviene preguntarse, si esta situación tiene remedio. Pero lo importante va más allá. Lo importante es el acuerdo politico de fondo entre los dos grandes partidos para evitar el ser arrastrados por la deriva radicalista a la que nos empujan, y tener la oportunidad de una clarificación de estos asuntos que nos evite en los años venideros el triunfo definitivo del radicalismo de todos los partidos