Fuente con mucha historia. En su pilón han bebido vacas, yeguas, caballos, machos, burros, ovejas. Todo el pueblo la ha necesitado abasteciendo a los vecinos con su agua. ¿Cuantos cántaros, botijos y calderos habrán pasado por sus chorros? Aquello era bonito, era un punto de encuentro en el que todos hablaban de sus cosas mientras se llenaban los cacharros. Hoy, en cambio, Flor y mi madre abren el grifo, cada una en su casa, y no se ven. Será cómodo pero no es lo mismo.