Creo que es la
ermita de la
Virgen de la Luz ¡¡ qué pena !! ya no existe. Recuerdo cuando, una vez al año, iba todo el
pueblo a ofrendar a la Virgen. Las niñas recitábamos poesías, se respiraba un aire de fraternidad, eran otros tiempos, tal vez fuéramos más pobres, pero estoy segura que había mucha alegría.
Salíamos a la
calle a merendar, y qué rico estaba todo, hasta el tocino sabía a gloria. Luego a jugar, la vida era simple pero hermosa.