Entre los
monumentos que podemos ver, se encuentra el
monumento al labrador de hierro bronceado. Uno de los más conocidos, situado en la entrada de la parte noroeste del
pueblo, destaca mucho por su forma. Sobretodo destacan los corralones, son
corrales que datan de tiempos muy antiguos, los cuales se utilizaban para que las
ovejas se pudieran resguardar en en
invierno del frío y sobretodo del lobo. Hay en concreto, un centro de interpretación de la vida pastoril, formado por varios corralones en cuyo interior se muestra una
exposición de los
aperos y utensilios de los pastores en aquellos tiempos, todo amenizado con sonido ambiente. Cerca de este centro de interpretación, podemos visitar la
Ermita del
Cristo de Las
Aguas, de reciente construcción pero desde donde se pueden observar unas vistas impresionantes de la
Sierra de la Culebra.