Hace mucho tiempo cuando todavía no existía la luz eléctrica y la gente se alumbraba con candiles, sucedió una
historia en el
pueblo, en una
familia donde la madre era una de esas mujeres que creían en brujas y en fantasmas.
La historia comienza cuando el hijo mayor de tan solo 12 años iba al
pajar y se encontró con la Ti Maria:
-¿A dónde vas rapa, que vas tan asustao?
-¡Hay Ti Maria, si supierais lo que nos pasó ayer por la
noche!
-hay de mi ¿pos que vus pasó?
-pos que estábamos en la cocina
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