HOLA:
A continuacion les cuento la terrible esperiencia que sufrí este verano pasado en FERRERUELA DE TABARA.
Todo comenzo una tarde cuando perdido por una comarca gris, rojiza y polvorienta donde por un momento llegué a pensar que estaba en oriente medio, recalé en un pueblecito aparentemente tranquilo y pacífico.
Después de recorrer verdes valles me encontré en una especie de recinto al que llamaban la plaza del pueblo. A mi derecha encontré una especie de chalet adosado con un reloj encima donde ponía ayuntamiento. Frente a mí, tres bares; guié mis pasos hacia ellos y me senté en el de la izquierda, en una sillas marrones, con la intención de sofocar mi sed con una jarrita de cerveza. Todavía siento miedo cuando recuerdo a un personaje con barbas, que dando voces se aproximó a mí con una muleta en la mano y me dijo: "¿qué pasa majo?".
A continuacion les cuento la terrible esperiencia que sufrí este verano pasado en FERRERUELA DE TABARA.
Todo comenzo una tarde cuando perdido por una comarca gris, rojiza y polvorienta donde por un momento llegué a pensar que estaba en oriente medio, recalé en un pueblecito aparentemente tranquilo y pacífico.
Después de recorrer verdes valles me encontré en una especie de recinto al que llamaban la plaza del pueblo. A mi derecha encontré una especie de chalet adosado con un reloj encima donde ponía ayuntamiento. Frente a mí, tres bares; guié mis pasos hacia ellos y me senté en el de la izquierda, en una sillas marrones, con la intención de sofocar mi sed con una jarrita de cerveza. Todavía siento miedo cuando recuerdo a un personaje con barbas, que dando voces se aproximó a mí con una muleta en la mano y me dijo: "¿qué pasa majo?".