Peñausende.

Su iglesia.

EL CORREO DE ZAMORA

CARTA DE UNA SAYAGUESA

Señor Director de “El Correo de Zamora (10 de marzo de 1982)
Me dirijo a Ud para darle mi más expresivas gracias por su decisión al dedicar los miércoles una página de su diario a Sayago, pues considero que es una región digna de ello.

Ni que decir tiene que soy sayaguesa, nacida el año 1911 y aunque no vivo allí es una satisfacción muy grande ir algunas veces al año a ver a mis familiares, y contemplar con mucho cariños la campiña, que aunque no sea muy productiva, los sayagueses con su tesón y amor al trabajo, siguen cuidando de sus vacas y de otras clases de ganado, tanto es así que aunque pasen de sus 65 años no pueden menos que seguir, “ mientras puedan”, seguir atendiendo sus ganados y lo hacen con verdadero entusiasmo.
Por aquí (pues yo vivo cerca de Zamora) los pensionistas se van en la tarde al bar y conste que yo no se lo veo mal, pero si veo una entrega más total en los sayagueses, cosa que me emociona pues se como es la vida allí: muy esclava de sus ganados que es de lo que mayoritariamente han vivido, y no saben desprenderse de esa vida aunque ya no lo necesiten.
Y los sayagueses en todos los sitios que se encuentren sobresalen por su amor al trabajo, yo he tenido ocasión de comprobarlo el año pasado en el extranjero que había muchos donde estuve como turista a ver a mis familiares y me sentí muy orgullosa por ello. Así que pienso que ninguna región es más digna de apoyo para que se le pueda prestar ayuda para sus mejoras de vida en estos tiempos que parece que se quiere ayudar un poquito al campo, que ye es tiempo que se tengan un poco en cuenta los trabajos del agricultor o ganadero que como mejor se pondría comprender esa clase de vida sería de todos los jóvenes que pasaran un añito en esta clase de trabajos (o sea una especie de mili).
Yo he comprobado que el joven que sale de esa región es raro que no se abra paso dignamente en la vida y es porque el aprendizaje ha sido duro, lo mismo los que salen y se dedican a la vida militar, pues creo habrá un porcentaje bastante elevado que se destacan en sus puestos y esto será porque se han hecho dignos se ello.
Soy sayaguesa y toda mi vida ha transcurrido de agricultores de categoría mediana o mas bien menos y me considero digna de serlo y por lo tanto capacitada para dar mi opinión y decir ¡Viva Sayago! y ¡viva el campo!, y me sentiría muy complacida si mis pobres letras se vieran reflejadas en su diario, por lo que le doy anticipadas gracias.
(Esta sayaguesa, Isabel, vive aún y cuenta hoy (21/07/2008) con 97 años de admirable y ejemplificadora vida)