El extraordinario emplazamiento no posee
tiendas aunque esto no es ningún inconveniente, ya que unos simpáticos vendedores ambulantes provistos de un camión, y en su defecto furgoneta o
coche, y de una sintonía en el claxon que suena a
música celestial, avisan de que han llegado para vender limones,
sandías, peras, plátanos, pescadilla de ración, pulpo... Y una infinidad de productos típicos de la zona(no trabajan dias festivos).su maravillosa música de ambiente(Cecilio, Pimpinela, rancheras de Rocío
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