ENE GÓMEZ Mientras los vecinos de Fuentesaúco se hacen cruces con la «desmesurada» factura del agua, que en algunos casos ha llegado a cuadruplicar la cantidad abonada en el recibo anterior, miles de litros de agua se pierden a diario por averías supuestamente en la red de abastecimiento que están provocando serias inundaciones en bodegas del municipio. Las bombas de extracción trabajan día y noche para impedir que se acumule agua y termine provocando derrumbamientos en las viviendas.
Ha pasado un mes desde que José Luis Mangas diera la voz de alarma al bajar a la bodega en busca de vino y encontrarse con un mar de agua. La noticia corrió como la pólvora en la zona y, que se sepa, son cinco las bodegas completamente inundadas, situadas en las calles Barrionuevo, González Longoria y Plaza del Ángel. Ni los sucesivos requerimientos al Ayuntamiento ni las llamadas a la empresa Aquagest (encargada de la gestión) han solucionado hasta el momento un problema que tiene sumamente preocupados a los vecinos, especialmente los que tienen su casa sobre unas construcciones subterráneas que exudan agua de forma constante y temen que termine filtrándose a la vivienda.
Cada día estos propietarios extraen miles de litros (calculan entre 8.000 y 10.000 calculan entre todas las bodegas) con bombas instaladas por ellos mismos para evitar que el problema se acreciente. «Desde que descubrí la avería (el 10 de octubre) he sacado 1.500 litros de agua diarios, y esto va a más. Hoy está corriendo con más fuerza que ayer», comenta José Luis Mangas.
Él, como las otras personas afectadas, ha tenido que abrir pozos en el suelo de las bodegas para recoger el agua y después extraerlo con la bomba. «La estoy mandando a un desagüe, pero lo que tenía que hacer es tirarla a la calle para ver si el Ayuntamiento espabila porque no nos hacen ni caso. Aquí no hace más que correr agua y ellos (por los responsables municipales) como si no pasara nada».
La indefensión es patente entre los vecinos de este sector de Fuentesaúco, enfrentados a un problema que no es nuevo en la villa. Ya se han dado casos de bodegas inundadas que han obligado a desalojar viviendas y ahora son ellos quienes padecen una situación bastante desesperada. «Hace 20 días que estoy sacando agua y no estoy dispuesta a seguir así», expresa Yolanda Rodríguez.
En su caso se tiene que ocupar de dos bodegas, la suya y otra adyacente «que no es de nadie». El colmo de la situación es que esa ausencia de propietario conocido la obliga a extraer el agua «porque si no se pasa a mi bodega y veremos a ver si no terminamos con la casa hundida». De hecho, la construcción subterránea adyacente a la suya presenta ya desprendimientos. «Llevo viviendo aquí 8 años y nunca he tenido problemas» expresa, pero cuando bajó a principios del pasado mes a la bodega no daba crédito a lo que estaba viendo.
Ha pasado un mes desde que José Luis Mangas diera la voz de alarma al bajar a la bodega en busca de vino y encontrarse con un mar de agua. La noticia corrió como la pólvora en la zona y, que se sepa, son cinco las bodegas completamente inundadas, situadas en las calles Barrionuevo, González Longoria y Plaza del Ángel. Ni los sucesivos requerimientos al Ayuntamiento ni las llamadas a la empresa Aquagest (encargada de la gestión) han solucionado hasta el momento un problema que tiene sumamente preocupados a los vecinos, especialmente los que tienen su casa sobre unas construcciones subterráneas que exudan agua de forma constante y temen que termine filtrándose a la vivienda.
Cada día estos propietarios extraen miles de litros (calculan entre 8.000 y 10.000 calculan entre todas las bodegas) con bombas instaladas por ellos mismos para evitar que el problema se acreciente. «Desde que descubrí la avería (el 10 de octubre) he sacado 1.500 litros de agua diarios, y esto va a más. Hoy está corriendo con más fuerza que ayer», comenta José Luis Mangas.
Él, como las otras personas afectadas, ha tenido que abrir pozos en el suelo de las bodegas para recoger el agua y después extraerlo con la bomba. «La estoy mandando a un desagüe, pero lo que tenía que hacer es tirarla a la calle para ver si el Ayuntamiento espabila porque no nos hacen ni caso. Aquí no hace más que correr agua y ellos (por los responsables municipales) como si no pasara nada».
La indefensión es patente entre los vecinos de este sector de Fuentesaúco, enfrentados a un problema que no es nuevo en la villa. Ya se han dado casos de bodegas inundadas que han obligado a desalojar viviendas y ahora son ellos quienes padecen una situación bastante desesperada. «Hace 20 días que estoy sacando agua y no estoy dispuesta a seguir así», expresa Yolanda Rodríguez.
En su caso se tiene que ocupar de dos bodegas, la suya y otra adyacente «que no es de nadie». El colmo de la situación es que esa ausencia de propietario conocido la obliga a extraer el agua «porque si no se pasa a mi bodega y veremos a ver si no terminamos con la casa hundida». De hecho, la construcción subterránea adyacente a la suya presenta ya desprendimientos. «Llevo viviendo aquí 8 años y nunca he tenido problemas» expresa, pero cuando bajó a principios del pasado mes a la bodega no daba crédito a lo que estaba viendo.