Estos versos me salieron después de escuchar la voz apagada y segura de una jovencita de 92años de vuestro pueblo, de nombre Mercedes Chillón. Sacan el cerdo a la becera
una mañana, otra y una más
va el cerdo contento
en busca de alimento.
Gruñe, hociquea, sin parar el animal.
Ya encontró lo que buscaba
el bien más preciado en el lugar.
¡Agua! ¡Agua! ha encontrado el animal...