S. RAMOS, FUENTESPREADAS «Mi pasado es mi futuro». Con la cita del escritor argentino Ernesto Sábato abrió la pregonera del VII Mercado Romano de Fuentespreadas, una nueva edición, de esta cita con la historia que sirve para conmemorar una singular efeméride: los 40 años del descubrimiento del afamado ajuar tardorromano.
«Es muy importante para un pueblo conocer su historia, para poder entender mejor el presente y planificar su futuro», argumentaba la subdelegada del Gobierno, Pilar de la Higuera, quien recordó en su proclama los detalles de los hallazgos del cerro de las Panaderas, que formarían parte de la «necrópolis del Duero».
La cantidad de objetos hallados, más allá de metales preciosos o joyas, han permitido indagar en la vida de los moradores de lo que seguramente fue una importante villa de la época, finales del siglo IV y siglo V, con objetos litúrgicos o domésticos y un numeroso lote de herramientas, según constató la pedagoga, que dejó traslucir en su pregón su faceta de enseñante y buena conocedora de la historia «La vida de las personas comunes de la Antigua Roma guarda similitudes con muchas actividades de nuestra vida cotidiana».
La concepción del mundo pasaba por momentos de crisis: «El sentido de la vida es que no vale nada. Ya no creen en los dioses romanos y aparecen cultos distintos, entre ellos el cristianismo. Buscan soluciones ante un mal momento». La política llegando a este apartado contemporizo el pasado con la actualidad. «Estamos también en estos momentos en una crisis, pero no nos dejemos engañar no sólo es una crisis económica. (?). Hay crisis de los marcos morales tradicionales. Hay crisis, también, de ciencia, progreso, emancipación, de ideales solidarios y humanistas. Imperan valores narcisistas de consumo, hedonismo individual y satisfacción a corto plazo», subrayaba de la Higuera ante decenas de personas, mucha de ellas luciendo ya el atrezzo de la época que convertían la zona del Cabildo en un enclave único, rodeado de numerosos puestos que ofertaban al paseante todo tipo de productos, la mayoría de ellos elaborados artesanalmente.
Las crisis son oportunidades, son interrogantes, «son formas de enfrentarse a la vida con parámetros claros de solidaridad y generosidad en momentos de esfuerzo, de tolerancia». Otra cita, ésta de Josefina Millán, «La esperanza es un lugar cultural de construcción de proyectos» puso fin al sobresaliente discurso de la subdelegada, quien aprovecho el encuentro con los ciudadanos de este pueblo para poner en relieve el esmerado trabajo del alcalde Jesús Alonso y de la Asociación Cultural Sibaria, colectivo este que preside Jairo Andrés y que realiza una labor encomiable dinamizando la vida cultural y social de Fuentespreadas.
«Es muy importante para un pueblo conocer su historia, para poder entender mejor el presente y planificar su futuro», argumentaba la subdelegada del Gobierno, Pilar de la Higuera, quien recordó en su proclama los detalles de los hallazgos del cerro de las Panaderas, que formarían parte de la «necrópolis del Duero».
La cantidad de objetos hallados, más allá de metales preciosos o joyas, han permitido indagar en la vida de los moradores de lo que seguramente fue una importante villa de la época, finales del siglo IV y siglo V, con objetos litúrgicos o domésticos y un numeroso lote de herramientas, según constató la pedagoga, que dejó traslucir en su pregón su faceta de enseñante y buena conocedora de la historia «La vida de las personas comunes de la Antigua Roma guarda similitudes con muchas actividades de nuestra vida cotidiana».
La concepción del mundo pasaba por momentos de crisis: «El sentido de la vida es que no vale nada. Ya no creen en los dioses romanos y aparecen cultos distintos, entre ellos el cristianismo. Buscan soluciones ante un mal momento». La política llegando a este apartado contemporizo el pasado con la actualidad. «Estamos también en estos momentos en una crisis, pero no nos dejemos engañar no sólo es una crisis económica. (?). Hay crisis de los marcos morales tradicionales. Hay crisis, también, de ciencia, progreso, emancipación, de ideales solidarios y humanistas. Imperan valores narcisistas de consumo, hedonismo individual y satisfacción a corto plazo», subrayaba de la Higuera ante decenas de personas, mucha de ellas luciendo ya el atrezzo de la época que convertían la zona del Cabildo en un enclave único, rodeado de numerosos puestos que ofertaban al paseante todo tipo de productos, la mayoría de ellos elaborados artesanalmente.
Las crisis son oportunidades, son interrogantes, «son formas de enfrentarse a la vida con parámetros claros de solidaridad y generosidad en momentos de esfuerzo, de tolerancia». Otra cita, ésta de Josefina Millán, «La esperanza es un lugar cultural de construcción de proyectos» puso fin al sobresaliente discurso de la subdelegada, quien aprovecho el encuentro con los ciudadanos de este pueblo para poner en relieve el esmerado trabajo del alcalde Jesús Alonso y de la Asociación Cultural Sibaria, colectivo este que preside Jairo Andrés y que realiza una labor encomiable dinamizando la vida cultural y social de Fuentespreadas.