S. RAMOS, JAMBRINA Las labores de la era que se realizaban antaño durante la siega y la trilla eran ayer escenificadas por una de las carrozas dobles que desfilaban en Jambrina, dentro de las fiestas de verano, que se iniciaron el pasado 22 de agosto y que concluían en la jornada dominical con una tortillada y la verbena popular.
Eran las mujeres de la Asociación Cultural Amas de Casa las encargadas de reproducir la estampa campestre, ataviadas con las faldones, pañuelos y sombreros de paja. Una estampa no tan lejana en la memoria de los espectadores, que identificaban perfectamente a los personajes, herramientas, y oficios que hasta bien avanzado el pasado siglo mantenían trabajando de sol a sol durante la época de estío a labradores y segadores soportando altas temperaturas.
Y como no podía ser menos, la afición futbolera se volcaba también en este pueblo con la representación de la selección española a cargo de los más pequeños, mientras otra carroza de jóvenes despertaba las risas y el entusiasmo del público rememorando el popular programa televisivo de Narciso Ibáñez Serrador, «Un, dos, tres, responda otra vez» con las incombustibles tacañonas, los concursantes y presentadores incluidos
El colorido y la magia de los cuentos, con sus protagonistas principales, aupaba en otra de las carrozas a numerosos chiquillos que disfrazados de sus personajes favoritos pasaban la tarde repartiendo caramelos y posando para el mejor retrato familiar.
Hasta media docena de carruajes marchaban ayer tarde por las calles de esta pequeña localidad de Tierra del Vino cita obligada en el calendario festivo de la comarca y evento estelar muy aplaudido por los espectadores y los propios vecinos que reconocen el trabajo y el esmero de las promotoras, la Asociación de Amas de Casa, sobre todo teniendo en cuenta que no existe ningún premio adicional, y por tanto la participación es en función de desarrollar la imaginación buscando el marco adecuados sobre el que construir los elementos de diseño y las ganas de pasarlo realmente bien animando al personal.
Eran las mujeres de la Asociación Cultural Amas de Casa las encargadas de reproducir la estampa campestre, ataviadas con las faldones, pañuelos y sombreros de paja. Una estampa no tan lejana en la memoria de los espectadores, que identificaban perfectamente a los personajes, herramientas, y oficios que hasta bien avanzado el pasado siglo mantenían trabajando de sol a sol durante la época de estío a labradores y segadores soportando altas temperaturas.
Y como no podía ser menos, la afición futbolera se volcaba también en este pueblo con la representación de la selección española a cargo de los más pequeños, mientras otra carroza de jóvenes despertaba las risas y el entusiasmo del público rememorando el popular programa televisivo de Narciso Ibáñez Serrador, «Un, dos, tres, responda otra vez» con las incombustibles tacañonas, los concursantes y presentadores incluidos
El colorido y la magia de los cuentos, con sus protagonistas principales, aupaba en otra de las carrozas a numerosos chiquillos que disfrazados de sus personajes favoritos pasaban la tarde repartiendo caramelos y posando para el mejor retrato familiar.
Hasta media docena de carruajes marchaban ayer tarde por las calles de esta pequeña localidad de Tierra del Vino cita obligada en el calendario festivo de la comarca y evento estelar muy aplaudido por los espectadores y los propios vecinos que reconocen el trabajo y el esmero de las promotoras, la Asociación de Amas de Casa, sobre todo teniendo en cuenta que no existe ningún premio adicional, y por tanto la participación es en función de desarrollar la imaginación buscando el marco adecuados sobre el que construir los elementos de diseño y las ganas de pasarlo realmente bien animando al personal.