PARA LA NOCHE DE SAN JORGE Segunda parte: todos con sus armas estaban dentro de sus casas para evitar que los seres malignos entraran y le hicieran daño. El minotauro que habitaba en el Monrruelo, venteo los vientos, apreciando el miedo que estaba sintiendo aquella gente, porque por el pueblo campaba a sus anchas el ser maligno y la culebra bastarda, buscando hacer el mal. Las gentes del pueblo temían al minotauro, por eso le tenían recluido en el monte del Monrruelo, él se sentía parte del pueblo, ... (ver texto completo)