Mis más afectuosos saludos para todo el foro, en este día tan especial como es el venticinco de diciembre, que tras la Nochebuena entramos de lleno en las fiestas navideñas. A todos se las deseo felices y que sean como un bello regalo en los últimos días del año que se acaba.

¡FELIZ NAVIDAD!
Dios tiene demasiadas ocupaciones y no se acerca por estos sitios. No digas eso, dijo el recién llegado. El niño mientras le echaba un haz de hierba seca a la mula, seguía diciendo. Si yo lo entiendo, teniendo tanto que hacer, tendrá buen apetito, y yo cuando por suerte tengo algo para comer, suele ser un mendrugo de pan sin nada más. Después de dejar la mula comiendo la hierba, los dos y el perro, fueron hacia la cocina, allí en el hogar ardían unos troncos en la lumbre, el hombre que traía las ... (ver texto completo)
El cielo gris dejaba desprender los primeros copos de nieve, las hojas del sendero estaban con resignación a la espera de lo que hiciera aquella tarde fría. Dentro de la choza, donde terminaba aquel exiguo camino, un niño miraba con asombro como caían aquellos tenues copos, los recibía con una sonrisa, y dirigiéndose a su perro y fiel compañero le decía, anda, qué suerte tenemos estas Navidade, tenemos un trozo pan en el cajón, podremos cenar y mañana aremos un muñeco de nieve. A la par que decía ... (ver texto completo)
 LUELMO.

Avanza furioso el Duero
ante el rugir de la hiena, *
no pudo hundir en sus aguas
a la víbora de Huelva, *
la Catedral se estremece
contigo Zamora pena 
¡que ha despertado llorando
el viejo puente de piedra! ... (ver texto completo)
ESCRITO de LAURA

Laura Luelmo, pintura, fotografía y compromiso: «Te enseñan a no ir sola»
La joven publicó en su perfil un mensaje en el que señalaba que a las mujeres les enseñana protegerse, pero nadie enseña a los «monstruos a no serlo»
Mi sentido pesar a toda la familia, amigos y en general a todo el pueblo por la triste, irreparable y sin sentido muerte de Laura Luelmo.
Ya que habláis de agua, ninguna mejor que la mía, también poseo zarzales, junqueras, chopos y álamos, que proyecta una sombra fresca. Como veis, soy el espíritu de Fuente Marina. Sería mejor que se olvidará, o quizás llegado el caso, se aplazara está disputa, entramos en días de Fiesta de Navidad, días que debe reinar la paz y el sosiego, en estos campos, en los cuales el frío es intenso. Por mis alrededores veo, los troncos retorcidos de almendros desprovistos de sus hojas hasta que llegue febrero ... (ver texto completo)
No olvidéis, tú, altanero Monrruelo, y tú, Prados de Abajo, que las Águilas de las que habláis, anidan en mis encinas. Encina las cuales sus hojas son acariciadas, con los rayos del sol, antes llegar a ti, Monrruelo. Prados tengo, y zarzales poseo, con un Juncal dónde se mecen los juncos con el viento. Más, fuentes de agua fresca, como veis yo soy el espíritu del Hondajo.
juan arganda escribano
justo arganda garcia
javier arganda laso
Hola
Yo también me apellido arganda y soy de los bueyes. Mi bisabuelo de llamaba Román Arganda
Hemos llegado al día de S. Lucia donde... menguan las noches y crecen los días ». Este dicho o refrán lo repetimos todos y con alegría en el día de hoy. Dicen que no es exacta esta afirmación, pero nos da igual, la damos por válida.

Da ánimos saber que estos cortisimos días han llegado a su fin y de ahora en adelante se agrandarán poco a poco, siempre la luz es mejor que la oscuridad.

Tengan ustedes un estupendo y esperanzador día de S, Lucía. Y felicidades a todas la mujeres que lleven ese ... (ver texto completo)
En mis prados de abajo, entre chopos también se sintieron toreros, armándose de valor se tumbaba en el suelo esperando la cornada de una vaca lechera. sueños, sueños... No te olvides Monrruelo, cuando vienen ventiscas, las rapaces de las que presumes, vuelan bajo buscando refugio entre los chopos y álamos de mis prados, no solo es bello ser de un teso. Al ser el espíritu de los prados de abajo, siento su alma, su corazón late, y corre por su suelo fangoso regatos de agua clara, procedente de pozas ... (ver texto completo)
Ja ja, ja, me voy a parar yo, en ver moverse unas hojas, o el vuelo de las cigüeñas de plumaje blanco y negro. En mis territorios vuelan, majestuosas las águilas, y demás aves rapaces, buscando sus presas entre los pinos y en los campos sembrados de cereales. No habléis de viento, si no habéis visto cuando al mediodía los campos verde se mecen, con su brisa formando las olas, podéis decir que estáis en Castilla, pero no habéis visto su belleza.
¿Qué es lo bello? Belleza, es aquello que también te transmite amor al contemplarlo, como yo contemple desde mi cantera, tardes en las gadañas, de aquellos reveceros cuidando las vacas mientras pastaban, que eran un poco hombres y como decía el poeta, un poco “niños yunteros“. Otras veces soñadores, soñando con ser toreros, hasta se imaginaban a un piquero, bonitos recuerdos, de algo que tú nunca vistes, Monrruelo.
Hagamos un paréntesis en las disputas de estos espíritus de los prados, la cantera, o el Monrruelo. Estos días tenemos en los madriles hordas de aficionados argentinos, cada uno defensores a ultranza de sus colores, yo a todos le deseo feliz estancia en estos lares. También les deseo salir todos victoriosos de la contienda, aún lamentando que solo un equipo podrá levantar la copa, y no se olviden estimados seguidores del equipo no victorioso, saber digerir la derrota honra a los caballeros. Unos ... (ver texto completo)
Ja ja, ja, me voy a parar yo, en ver moverse unas hojas, o el vuelo de las cigüeñas de plumaje blanco y negro. En mis territorios vuelan, majestuosas las águilas, y demás aves rapaces, buscando sus presas entre los pinos y en los campos sembrados de cereales. No habléis de viento, si no habéis visto cuando al mediodía los campos verde se mecen, con su brisa formando las olas, podéis decir que estáis en Castilla, pero no habéis visto su belleza.
Pues claro que no, desde lo que tú llamas pequeño teso, mi cantera, se puede contemplar detenidamente las recias piedras que forman la iglesia, con su espadaña y su nido. EL espectáculo de las peleas en vuelo de las cigüeñas. No recordarás, porque no lo as vivido, las tardes de trilla en las eras, cuando las yuntas con caminar cansino vuelta tras vuelta, iba el sílice esmigollando las espigas de trigo y cortando el balago, a la vez que el sudor se apelmazaba en el cabello y el sombrero en los trilladores, ... (ver texto completo)