En un
pueblo de
montaña la
carretera es la
puerta. Abrirla es albergar esperanza, cerrarla es morir.Por ella y en ella se subsiste, se crece o se apaga la vida. Regresa el caminante,el peregrino, el turista, el que un día se fue pensando en no volver.
Dejad la puerta abierta para que mi pueblo viva, aunque sea en el recuerdo.