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LUBIAN: Siendo que en toda la sociedad está informada, ya es...

Siendo que en toda la sociedad está informada, ya es de dominio publico los acosos por parte de niños y adolescentes a otros niños o adolescentes, en Lubián que, afortunadamente no todos, son muy dados a prodigar esos mencionados malos tratos a sus compañeros o visitantes esporádicos, por lo menos cada verano, es de esperar que los afortunados que puedan veranear en Lubián, quizás éste año respiren con alivio y más libertad , pensando que será posible que alguien preste atención al asunto, que se preocupe de que no haya niños o adolescentes discriminados , aislados y hasta agredidos , cosa bastante común en ese bendito pueblo, que no tiene la culpa de ser poblado por determinados personajes y de padres que no se enteran o no quieren enterarse de lo que hacen sus hijos. Y si alguien tiene la “osadía” de quejarse e ¿informarles? de esos malos tratos u otras quejas, esos padres, de responsabilidad distraída, te repiten la retahila de usual desde antaño: “Non fagas caso, son cousas de rapaces, uhas veces toca a o teu e outras a o meu” (Incierto, siempre zurran los mismos) y además de está contestación, lo único que se consigue es que haya represalias y para colmo, te dejen de hablar, ¡como si tuya fuera la culpa, que tu hijo o hija sea literalmente masacrada por su vástago!
Espero por tanto que nadie más tenga que renunciar a veranear en ese maravilloso pueblo por culpa de padres que todavía no se habían concienciado que el maltrato a los demás niños puede tener consecuencias graves, también para los agresores.

¡Ah! Y de paso, si no es mucho pedir y esperar, sería grato que ya en estos tiempos en los que estamos, abiertos a todo tipo de cambios, sobre todo si el promotor es nuestro partido de turno, hayan dejado de maltratar a los animales, digo esto, puesto que desde que tengo uso de razón y hasta que visité por última vez ese pueblo, era continuo ver malos tratos a los pobres animales y la práctica no solo era por porte de niños, había adultos que disfrutaban con la mencionada práctica, ahora emborrachando un perro, ahora atando latas a un rabo, ahora apedreando un gato, o tranquilamente matándolo.