El poder puede cambiar de nombre pero no de cara, todos somos concientes de que la avaricia, la lujuria son pecados, pero hay pecados más graves como son la traición y la difamación. Todos los miembros de la comunidad debemos de frenar tales pecados, debemos ser concientes del mal que nos acecha y tenemos que combatirlo.NO nos dejemos cegar por el enemigo que puede ser nuestro vecino, seamos capaces de ver y decir basta ya. No seamos corderos en manos del GRAN LOBO.