LUBIAN: Escenario de tristes despedidas, máis tamén de felices...

Escenario de tristes despedidas, máis tamén de felices reencontros.É doado que non deixe a ninguén indiferente.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
La última vez que vi a mi padre fue en la Gran Estación Central del Curisco. Yo venía de estar con mi abuela en Ponte de Xanares, y me dirigía a una casita de campo que mi madre había alquilado en Carnatiño; escribí a mi padre diciéndole que pasaría hora y media en El Curisco debido al cambio de trenes, y preguntándole si podíamos comer juntos. Su secretaria me contestó que se reuniría conmigo en el quiosco de información al mediodía, y cuando aún estaban dando las doce le vi venir a través de la ... (ver texto completo)
.../... CONTINUACIÓN
Salimos de la estación y nos dirigimos hacia un restaurante por una calle secundaria. Todavía era pronto y el local estaba vacío. El barman discutía con un botones, y había un camarero muy viejo con una chaqueta roja junto a la puerta de la cocina. Nos sentamos, y mi padre lo llamó con voz potente.
--Kellner! --gritó--. Garçon! Cameriere! ¡Oiga usted!
Todo aquel alboroto parecía fuera de lugar en el restaurante vacío.
-- ¿Será posible que no nos atienda nadie aquí? --gritó--. ... (ver texto completo)
...//...

Seguí a mi padre y entramos en otro restaurante. Esta vez no armó tanto alboroto. Nos trajeron las bebidas, y empezó a someterme a un verdadero interrogatorio sobre la temporada de billarda. Al cabo de un rato golpeó el borde de la copa vacía con el cuchillo y empezó a gritar otra vez:
--Garçon! Cameriere! Kellner! ¡Oiga usted! ¿Le molestaría mucho traernos otros dos de lo mismo?
-- ¿Cuántos años tiene el muchacho? --preguntó el camarero.
--Eso --dijo mi padre-- no es en absoluto ... (ver texto completo)
Doy las gracias a John Cheever por su inestimable colaboración en el relato del encuentro con mi padre en la Estación.