Rebaja tu factura AQUÍ

LUBIAN: .../... CONTINUACIÓN...

Escenario de tristes despedidas, máis tamén de felices reencontros.É doado que non deixe a ninguén indiferente.

.../... CONTINUACIÓN
Salimos de la estación y nos dirigimos hacia un restaurante por una calle secundaria. Todavía era pronto y el local estaba vacío. El barman discutía con un botones, y había un camarero muy viejo con una chaqueta roja junto a la puerta de la cocina. Nos sentamos, y mi padre lo llamó con voz potente.
--Kellner! --gritó--. Garçon! Cameriere! ¡Oiga usted!
Todo aquel alboroto parecía fuera de lugar en el restaurante vacío.
-- ¿Será posible que no nos atienda nadie aquí? --gritó--. Tenemos prisa.
Luego dio unas palmadas. Esto último atrajo la atención del camarero, que se dirigió hacia nuestra mesa arrastrando los pìes.
--Esas palmadas eran para llamarme a mí? --preguntó.
--Cálmese, cálmese, sommelier --dijo mi padre--. Si no es pedirle demasiado, si no es algo que está por encima y más allá de la llamada del deber, nos gustaría tomar dos gin-kas con ginebra Beefeatter.
--No me gusta que nadie me llame dando palmadas --dijo el camarero.
--Tendría que haber traído el silbato --dijo mi padre--. Tengo un silbato que sólo oyen los camareros viejos. Ahora saque el bloc y el lápiz y procure enterarse bien: dos gin-kas con ginebra Beefeatter.
--Creo que será mejor que se vayan a otro sitio --dijo el camarero sin perder la compostura.
--Ésa es una de las más brillantes sugerencias que he oído nunca --dijo mi padre--. Vámonos de aquí, Chema.
...// continuará//...