LUBIAN: Adorable ex, parece mentira que tú me digas isas coisas,...

Mi querido e inolvidable Zé, el numerado doscientos cincuenta y dos mil quinientos veinticinco, ¡cómo pasan los años y cómo vamos cambiando! ¡Cómo se nota tu ejercicio en la sacristía, al lado de tu bien amado padre José! Ahora resulta que nos vienes con la parábola del viñador, olvidándote de que tú fuiste segador de "leiras", y nunca trabajaste en la vendimia. ¿Dónde están las viñas de "As Carvalhas", allá en lo alto de la Sierra de "A Coroa"? ¿En qué "leiras" de "As Frieiras" cortaste tú un solo racimo, mi querido "malandro"?
Abandona esa profesión de sacristán, mi querido ex, que vas a terminar con el cerebro más lavado que las manos de Pilatos.

Adorable ex, parece mentira que tú me digas isas coisas, co que nos nos quixemos, eu sei que cambéi algo de maneira de pensar, foi culpa del destino y as circunstancias que me tocou vivir, agora con tudos los respeitos do mundo mundiale te pido por favore que sexas un bocadito más respetuosa con lo que dices, pois tiben a sorte de coñecer al padre Xosé que pra min o noso amigo Francisco más pronto que tarde tendrá que facerlo santo, pois téin tudos los números, foi inganado como eu, pero é un bon padre, un gran home y mellor persoa, con ísto te digo tudo, quero decer que con ístas coisas nahún debemos de xogar, pois eu sei que tú teñes un gran sentido de humor más por respeito al Sinor, debemos ser un bocadito más respetuosos con el tema, logo me tratas de "malandro", sei que en tí nahún a male fe, pero te digo que nahún istibeste afortunada no dito. Me dices que abandone la profesión de sacristán, aquí te digo que aparte de istar encantado con la frofesiahún lo paso munto béin sobre tudo cuando dicimos la misa al are libre.

Un cordial saludo para o teu Telesforo y un beixo pra tí.