Abuelito, ¿cuanto pesa mi colita?
- pues no sé, unos ochenta gramos.
- Abuelito ¿y cuanto pesa la de papá?
- Pues, unos doscientos gramos.
- Abuelito, abuelito, ¿y cuanto pesa la tuya?
- Huy pue no sé pero entre tu abuela y yo no podemos levantarla...
- pues no sé, unos ochenta gramos.
- Abuelito ¿y cuanto pesa la de papá?
- Pues, unos doscientos gramos.
- Abuelito, abuelito, ¿y cuanto pesa la tuya?
- Huy pue no sé pero entre tu abuela y yo no podemos levantarla...
Eso, desde el punto de vista de un militar zapador, tiene fácil arreglo: El asunto queda resuelto con la instalación de una simple trócola en el lugar del levantamiento.