Piño, seguramente pensaras que cabroncete este Pablo por la respuesta que me dou, inda que coincidiremos; en que el problema del hombre no está en la bomba atómica, sino en su corazón. Ahora en serio o estampaste tal como es. En Padornelo como va por debajo, de momento parece que aún no nos afecta tanto, hasta que las casas se empiecen agrietar y las fuentes a secar.