Por casualidad, casi, podia decirse llevado por el viento, he encontrado esta pagina, donde en primera viene a mi memoria con su solo nombre, MADRIDANOS, recuerdos de infancia y niñez, de juegos infantiles, de nombres, anecdotas y un sin fin de vida hecha en el tiempo del pasado.
Recuerdos tan vivos como mi calle, tan olvidada como viva a la vez, Calleja de la Constituccion, un nombre donde se mezcla dos historias, dos mundos y por el contrario a mi me parecia uno solo.
Nuestro correr por el Barrero jugando a sentirse hombres y soportar alguna pedrada, a ver a las mujeres caminando hacia el arroyo para hacer su colada, con sus barreños llenos de ropa y extender sus sabanas sobre la fresca hierba a espera de ser secadas por el sol, a contarse las nuevas noticias y los nuevos chismes y al atardecervolver de nuevo a casa, a correr detras de los chicos de Bamba y Villalazan tirandonos piedras, porque nos sentiamos los mejores, a nuestra escuela con su maestra, que mas que maestra era un angel que Dios pronto llevo, Dña Anita y que nosotros como polluelos desamparados fuimos acogidos por su marido de. Juan Antonio, a la sonrisa de un medico siempre dispuesto, de.Julian, que poco mas nos hacia falta para sentirnos aliviados.
Y que decir de aquella mujer, seria y fuerte a la vez dña. Delfina, con su trompeta sonando y chorreando voz a la vez que anunciaba las nuevas del pueblo.
Muchos y mas recuerdos son los que encierran esas letras, MADRIDANOS, en aquellos que quisieron vivirlas porque eran suyos.
Recuerdos y vida de hijos agradecidos y orgullosos de serlo, recuerdos que empiezan en el prado y terminan en el camino Bamba, con su final en la Virgen, donde hileras y hileras de tractores, personas caminando con un afan, el de querer y pedir ser mejores.
Asi era mi pueblo, de tez ennegrecida por el sol, de espalda quemada, pero de corazon grande.
Mi pueblo tiene su identidad y aquel que la olvida, es que perdio la suya y ya no es mas que un recuerdo vano.
Un hijo mas.
Recuerdos tan vivos como mi calle, tan olvidada como viva a la vez, Calleja de la Constituccion, un nombre donde se mezcla dos historias, dos mundos y por el contrario a mi me parecia uno solo.
Nuestro correr por el Barrero jugando a sentirse hombres y soportar alguna pedrada, a ver a las mujeres caminando hacia el arroyo para hacer su colada, con sus barreños llenos de ropa y extender sus sabanas sobre la fresca hierba a espera de ser secadas por el sol, a contarse las nuevas noticias y los nuevos chismes y al atardecervolver de nuevo a casa, a correr detras de los chicos de Bamba y Villalazan tirandonos piedras, porque nos sentiamos los mejores, a nuestra escuela con su maestra, que mas que maestra era un angel que Dios pronto llevo, Dña Anita y que nosotros como polluelos desamparados fuimos acogidos por su marido de. Juan Antonio, a la sonrisa de un medico siempre dispuesto, de.Julian, que poco mas nos hacia falta para sentirnos aliviados.
Y que decir de aquella mujer, seria y fuerte a la vez dña. Delfina, con su trompeta sonando y chorreando voz a la vez que anunciaba las nuevas del pueblo.
Muchos y mas recuerdos son los que encierran esas letras, MADRIDANOS, en aquellos que quisieron vivirlas porque eran suyos.
Recuerdos y vida de hijos agradecidos y orgullosos de serlo, recuerdos que empiezan en el prado y terminan en el camino Bamba, con su final en la Virgen, donde hileras y hileras de tractores, personas caminando con un afan, el de querer y pedir ser mejores.
Asi era mi pueblo, de tez ennegrecida por el sol, de espalda quemada, pero de corazon grande.
Mi pueblo tiene su identidad y aquel que la olvida, es que perdio la suya y ya no es mas que un recuerdo vano.
Un hijo mas.