RECUERDOS DE MI PATRIA CHICA
Reaviva el sentimiento más dormido,
el recuerdo de la madre idolatrada,
lo mismo ocurre con la “Patria Chica”...
si de nosotros se encuentra separada.
A la madre debemos nuestro ser,
por la Patria hemos sido moldeados,
por eso se conoce sin querer
al andaluz, gallego o castellano.
A la entrada de un valle pintoresco,
rodeado de trigos y frutales,
hay un pueblo con rango y vida propios
que se llama Quiruelas de Vidriales.
¡Qué bonita es su iglesia y su patrona!
¡Qué espaciosas sus calles y veredas!
¡Qué hermosos sus trigales y viñedos!
¡Qué bodegas, Dios mío, qué bodegas!.
Los nombres de su término no olvidan
quien en ellos dejó sudor y penas,
y aun habiendo mejorado de fortuna
con nostalgia cada día los recuerda.
Dos Vagadas feraces, con sus pozos.
Dos prados donde pastan las ovejas.
Los linares, de riqueza incalculable.
El Tamaral, bañado por el Tera.
(Este oasis precioso de fresnos centenarios,
aislado por un agua que mejor no se encuentra,
es remanso de paz, y en las horas de asueto,
a él acude en verano el pueblo de Quiruelas).
Los plantíos, el Rabón con su presa,
huertos de entre los caños, ladera Filloval,
La planicie del Monte con sus cepas,
Los Arenales, de fondonas vides,
San Miguel que fue un pueblo, según cuentan.
Nesillo, los Quiñones segregados del prado.
El Redondal, con mimbres y choperas,
y al fondo, junto al caño del molino,
Las feracísimas tierras de la Vega.
(Aquí se ensancha el término
ante la adquisición de nuevas tierras,
transformadas de eriales en vergeles
por laboriosos hombres de Quiruelas.
Camino Quintanilla, el Sardonal,
Camino de Morales con su cuesta,
Valdevacas, Camino Manganeses,
con el Teso Cucrillos por antena.
El Carvajal con su casona en ruinas
y dentro de él, como blasón y emblema,
el valle de los pinos piñoneros,
y la Valdeperal con su agua buena.
Monja, Juncal, Los Picos,
Camino Valdemanos, Tortillera
y de un salto pasamos a las Cáñimas,
con la Viña de Matos, de extinguida riqueza.
(Merece mencionarse el peculiar cultivo de esta Hacienda,
pues no es fácil hallar nada que se parezca).
Dos veces cada año, con singular presteza
acudían presurosas del pueblo las parejas
y araban esta finca y otras varias
con desinteresada complacencia).
El matrimonio Matos, ¡muy señores!
reconociendo tanta gentileza
obsequiaban rumbosos y gentiles
a los que trabajaban en su hacienda.
Después de la jornada bebiendo buenos vinos
con suculentos platos de pollo y de ternera,
se amenizaba todo con chistes atrevidos
y en perfecta armonía terminaba la fiesta.
Camino de Benavente, los Vivales,
Valdelacuba de intrincadas cuestas,
El Teso del Calvario con cipreses.
Y cerrando este círculo poético,
“La principal entrada de Quiruelas”.
Los pagos expresados proporcionan
buenas y variadísimas cosechas,
entre las que destacan cereales,
uvas, frutas, legumbres
y buena remolacha azucarera.
¡Silos de Santibáñez!
si faltara el abundante trigo de Quiruelas
sobraban tus depósitos,
y para Benavente y sus bodegas
las uvas de este pueblo laborioso
han hecho realidad una quimera.
¡Ciudad de Benavente! si tus medios
son por todos conceptos envidiables,
no olvides los recursos que te aporta
el pueblo de Quiruelas de Vidriales.
La Novena a la Virgen,
que en mayo se celebra,
es fiesta a la que acude
puede decirse la comarca entera.
Plegarias a la Virgen,
piropos cada cual a su manera,
siendo tradicional
la ofrenda de un ramo
con roscas gigantescas.
Las fiestas Patronales,
que en agosto cada año se celebran
devuelven a sus umbrales
a muchos hijos que se encuentran fuera.
¡Qué emoción y que dicha
todo el pueblo experimenta
aireando sucesos ocurridos
sabe Dios en qué fecha!
Yo que acudo a la cita,
dejando los encantos de Valencia
rindo un tributo emocionado y firme
al pueblo de Quiruelas
con esta rima pobre,
propia del que no tiene
ningún conocimiento de poética.
(Poema publicado por Regina Fernández,
de Quiruelas de Vidriales, el día 05/09/14 en Facebook.)
¡Gracias Regina!
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