Cómo daría Doña Eusebia que iba a ser tan recordada por la juventud que había en su blanca madurez. A mi me gustaba la Señorita Eutiquia, que asomaba la cabeza apoyada en el postigo de la puerta para ver quien pasaba a misa, o al rosario y estoy segura de que queda algún recuerdo para ella en el pueblo. O no?
Como véis hoy me ha dado el punto y me he puesto a escribir por toda la página, no sé si queda algún escondite. Es para que se entretengan un rato en el pueblo, mientras leen. Un abrazo. Asun.
Como véis hoy me ha dado el punto y me he puesto a escribir por toda la página, no sé si queda algún escondite. Es para que se entretengan un rato en el pueblo, mientras leen. Un abrazo. Asun.