Yo recuerdo a las tias de Manuela (la rabona para entendernos) que se sentaban al sol a la
puerta, junto con Fortu y tenían puesto siempre un rodao
bordado con lanas de
colores. Sobre los rodaos llevaban un mandilete de
color negro que les rodeaba toda la cintura. Fortu llevaba gorra negra, pero a veces cuando se sentaba al sol se ponía un pañuelo atado por las cuatro
esquinas para que no le diera el son en la cabeza.