Pero, sin duda alguna, es a raíz del Concilio de Trento cuando adquieren una enorme importancia, sobre todo en la Iglesia Católica.
Dentro del catolicismo su uso se adscribe a la piedad popular en caso de las romerías de santos y a la enseñanza de la simbología propia del cristianismo en el caso de las representaciones de la Pasión de Jesús en un marco donde el vehículo visual de la imagen, era más efectivo que la lectura del relato bíblico por las cotas de analfabetismo.
Dentro del catolicismo su uso se adscribe a la piedad popular en caso de las romerías de santos y a la enseñanza de la simbología propia del cristianismo en el caso de las representaciones de la Pasión de Jesús en un marco donde el vehículo visual de la imagen, era más efectivo que la lectura del relato bíblico por las cotas de analfabetismo.