En esta casa cuando yo era una niña vivía la señorita Eutiquia. Ahí fui yo a jugar un día con Mª Elena. Estabamos en la cochera hablando de fantasmas y d cosas de miedo. Alguien nos debió de oir y se puso una sábana por la cabeza dejándose ver por una ventana que daba al corral. Yo creo que los gritos mios se oyeron en Villalube porque no encontraba la salida de miedo que me entró. Jamás volví a entrar en ella, ni siquiera viviendo los propietarios actuales.