Rectificar es de sabios.
Nada hay tan galante y educado, como reconocer un error o una "metedura de pata". Tratar de justificar un error, en la mayoría de los casos, solo empeora la situación.
No hay nada tan atrevido como la ignorancia.
Cuando estamos en una conversación, lo más prudente y educado es no entrar en la materia si desconocemos todo sobre la misma. No hay que hacer ver que sabemos de todo. Fácilmente caeremos en el error de aparentar algo que no podemos o sabemos.
Mucho enseña
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