" ¡y a mí, porque soy mujer,
dejáisme desheredada!
Irme he yo de tierra en tierra
como una mujer errada;
mi lindo cuerpo daría quien bien se me antojara,
a los moros por dinero
y a los cristianos de gracia;
de lo que ganar pudiere,
haré bien por vuestra alma."
Cuenta la leyenda que estas palabras dijo Urraca Fernández a su padre Fernando I el Magno en su lecho de muerte, inteligente y adelantada a su tiempo no se conformaba con ser una simple Infanta bajo la protección de sus hermanos.
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