Como en las nuevas series de TV, se me ocurre otro final. Escoger el que queráis.
Al hilo de las cagadas, y con perdón de la mesa, me viene a la memoria lo mal que sentaba pisar las de las gallinas cuando andaban sueltas por el
corral. En los
corrales con cenicero, antes de poner los W. C., nos poníamos en cuclillas a hacer las necesidades, momento que aprovechaban las gallinas más espabiladas para picotear, sin dejarlo aposentar, el producto evacuado.
También era memorable la mala leche que
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