Ma acuerdo que cuando arregló la
tienda y la cambió para la
fragua del tio Ruperto, la ayudé a pintar las pareces y el techo y a colocar las cosas en las estanteriás nuevas.
POr eso me regaló un jersey de lana azul, que creo que aún conservo por los baúles de
Malva. Tanto me chocó la hazaña, que casí no me lo ponía para que no se estropeara.