Por cierto, como se avecina la novena y eso, no puedo por menos de acordarme de algo que resulta muy curioso en nuestro pueblo. El baile en la plaza, casi deshabitada y los bares alrededor de la plazuela. ¿No estarían mejor juntos el baile y los bares? Así si se te seca la boca de ligar, puedes invitar a la chica, sin necesidad de tener que coger el metro.
Seguro que si te refrescas más, bailas más y viceversa. Como El Viti, Alfredo, Valentín, Miguel, Jose, Herminio, etc. en cuanto prueban el primer cubata, ya no sujetan los pies. ¡Qué ergo con el
baile!