A media tarde, si te dejan las carcajadas, piensas: “Tengo que sacar una semana, por lo menos, pa irme a la
playa como sea. Y menos mal que dando esta miaja
paseo, quemamos lo que hemos comido, que si no…”. Que si no ¿qué?. En cuanto oscurece una miaja, se presenta Adela con unas sopas de ajo, unos huevos con patatas fritas y unos cachos de chorizo de ese que lo abrazas con dos trozos de
pan, del cantero, y empieza a llorar una especie de sangre divina, antes de sacar las sobras del mediodía y mandas
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