Era una profesión, la de esquilador, que desapareció con la llegada de las tijeras eléctricas. Qué cosas.
Yo lo de esquilar lo he vivido pero no sentido. En mi caso siempre esquilaban mis tios y mis padres. Los últimos años vinieron rumanos y nos esquilaban es un día. Era impresionante como agarraban las
ovejas para esquilar sin atar, porque el saber coger una
oveja y atarla es de maña más que de fuerza.