Estas aceiteras tienen su historia. Eran de mi abuela materna y las usó en los últimos años de la guerra y después, durante la época del racionamiento de los alimentos dictado por la el dirigente de esa etapa de nuestra historia, de cuyo nombre no quiero acordarme. Cada una de estas aceiteras era la cantidad de aceite que mi abuela tenía asignada para una familia de 5 miembros, ya que otro había desapareciso durante la contienda del frente de Madrid, en el año 37, con 18 añitos.