Esta máquina de segar era de uno de un pueblo de Zamora. Cuando iba a empezar la temporada de siega, se asomó a la caseta y nada más verla, fue corriendo a poner el siguiente telegrama, a la fragua que estaba guardia:
"Rastros caidos, máquinas estropeadas.
Román, preséntate en Fuentespreadas." a esta le falta el hierro que tenia en la parte de atras