Mi comadre larga larga
anda siempre de espaldas. ¿Quién soy? es la de la panera? Y así sucesivamente hasta que el que lanzaba la pelota no conseguía dar al cuerpo de otro jugador. En ese caso se metía una china en tu hoyo y a la tercera, pasabas por la pared de la caseta a recibir los consiguientes pelotazos. Por último, me voy a leer las cronicas que me faltan. Hala, hasta luego. esto es arte y creatividad de los niños, hoy adultos, y lo demás es tontería