Vaya dedicación, Viriato
Si tengo que rezar yo todo esto, imposible. Es que ya se me ha olvidado. Menos mal que siempre hay alguien por ahí que dedica unos minutos a la meditación. A ver si con eso salimos de la crísis y baja el déficit público y la prima de riesgo, que es de lo que andamos un poco cojos. Podéis ir en paz.
El pueblo responde:
- Demos gracias a Dios. El Señor esté con vosotros.
El pueblo responde:
- Y con tu espíritu.
El sacerdote bendice al pueblo, diciendo:
La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Todos se santiguan.
descienda sobre vosotros.
El pueblo responde:
- Amén. - Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. - Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.