No son cosas malas ni buenas es la historia que hemos vivido la gente de Malva, y te recuerdo que entre 1978, año en el que se promulgó la Constitución y 2004, solamente han transcurrido 26 años. Si a esto le añades que estamos hablando de una edad de cuando éramos muy niños, comprobarás que estamos talluditos pero aún no somos abuelos. La juventud dura mucho tiempo.