Eso es verdad, Montse, en esa época no había fiambreras. Además, los cuernos de carnero cumplían otra misión: y es que protegían la longaniza durante mucho tiempo y no se endurecía, ya que cuando hacía calor soltaba la grasa, que se quedaba en el cuerno, y cuando hacía frío o cuando se iba secando, la misma longaniza la volvía a coger. El corcho de la tapa hacía de filtro de aire y evitaba que se produjeran bacterias. Al mismo tiempo, también estaba protegida de los ratones y otros animalitos que había en el campo y en las dehesas donde se paraban con las ovejas, a veces durante bastante tiempo. Es que la gente de antes no necesitaba estudiar para saber estas cosas, la escuela de la vida les enseñaba mucho más. Besos. Asun.